Decían que saldrías de noche,
pero hoy te he visto de día
iluminada con derroche
parecías celosa, como en vigía.
Eres una dama curiosa
que pasa desapercibida
y aunque no eres presuntuosa
eres la reina de la poesía.
Porque eres fuerza en los mares,
dueña de un pedazo de la vida,
eres como esa anónima madre
que vela silenciosa por su familia.
Y aunque vivas eclipsada
siempre vuelves para mecernos
de la noche eres la nana,
la hacedora de nuestros sueños.
Porque sin ti no caminaríamos,
en la noche simples corderos,
sin tu guía no seríamos
más que animales con miedo.
Pero estás ahí mirando,
orbitando nuestros anhelos,
vigilando el momento exacto
para dar paso a un día nuevo.
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