Te compraré una tarta
Y que se la coma el tiempo.
Así no lo celebraremos solos,
Sino con recuerdos.
Te pondré 25 velas,
Y que las sople el viento.
Sin aire en los pulmones,
Ni corazón en el pecho.
Te regalarán mil flores
En un tu eterna cama de piedra.
Y aunque sean de todos los colores,
Se acabarán volviendo negras.
Y miraremos todos al cielo
Esperando una sonrisa,
Siendo tan sólo conscientes,
De lo marchita que es la vida.
Y así acabará este día,
Hartos del nunca jamás.
Descubriendo la ironía
Del “que cumplas muchos más”
Ni un cuarto de Siglo te dejaron disfrutar, venida a este mundo a sufrir, y a llorar. Intento recordar momentos en los que la risa se apoderó de ti. Así duele más la muerte, sabiéndote lejos de aquí. Espéranos en las puertas del cielo, porque se que algún día volveremos a vernos. Cuenta cada lágrima derramada como una porción de lo que te quisimos, de lo que te queremos, de lo que te echamos de menos. Y no olvides que nunca, nunca, nunca... te olvidaremos. Ni un cuarto de Siglo te pudimos disfrutar, maldito aniversario este, y los que no podremos celebrar, veinticinco gotas de Rocío que recojo, para en el alma guardar. No hay consuelo, tan sólo duelo, rabia, dolor, y fuego. Nunca el 13 fue un número tan triste,... "hasta que podamos vernos".