domingo, 12 de diciembre de 2010

Felicidades

Te compraré una tarta

Y que se la coma el tiempo.

Así no lo celebraremos solos,

Sino con recuerdos.

Te pondré 25 velas,

Y que las sople el viento.

Sin aire en los pulmones,

Ni corazón en el pecho.

Te regalarán mil flores

En un tu eterna cama de piedra.

Y aunque sean de todos los colores,

Se acabarán volviendo negras.

Y miraremos todos al cielo

Esperando una sonrisa,

Siendo tan sólo conscientes,

De lo marchita que es la vida.

Y así acabará este día,

Hartos del nunca jamás.

Descubriendo la ironía

Del “que cumplas muchos más”


Ni un cuarto de Siglo te dejaron disfrutar, venida a este mundo a sufrir, y a llorar. Intento recordar momentos en los que la risa se apoderó de ti. Así duele más la muerte, sabiéndote lejos de aquí. Espéranos en las puertas del cielo, porque se que algún día volveremos a vernos. Cuenta cada lágrima derramada como una porción de lo que te quisimos, de lo que te queremos, de lo que te echamos de menos. Y no olvides que nunca, nunca, nunca... te olvidaremos. Ni un cuarto de Siglo te pudimos disfrutar, maldito aniversario este, y los que no podremos celebrar, veinticinco gotas de Rocío que recojo, para en el alma guardar. No hay consuelo, tan sólo duelo, rabia, dolor, y fuego. Nunca el 13 fue un número tan triste,... "hasta que podamos vernos".

viernes, 10 de diciembre de 2010

Donde comienza el infinito

Y eleva el mentó dulce

alzando una melodía

que casi toca las nubes

y en la tierra se enraíza.

Sus dedos bailan la danza

de mil ojos que le miran

mientras viento y brisa cantan

el son de su letanía.

Luz y oro, rayos de plata,

tierra cobre y ocre el día,

mil colores de miradas

y rostros que son cenizas…

Cuando en silencio despunta el alba

hay color, sonido y vida.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Te tengo, aunque no te merezco.
Y por ello muero cada noche,
tras volver a conocernos.
No resucito hasta que no vuelve el Sol
para reconocer en tu cabello
que si vivo, es sujeto a tu pelo.

Me tienes hasta que quieras tenerme,
te querré mil vidas, y aunque tema perderte,
sé que me querrás por siempre.
Te debo cada milésima de lo que soy,
cada centímetro del cariño que me dás,
y si te vas, yo me voy.

Por ello me entrego, en cuerpo, en alma,
entero, sin cartón, ni trampas.

domingo, 17 de octubre de 2010

En cualquier lugar

Por los adoquines de sus calles

deambula buscando la luz de la Luna,

en cada esquina hay un lance

y en sus recodos sombras ocultas.

 

Toledana  y vizcaína

son estoques de media noche

relucen aceros e inquinas

de hidalgos en callejones.

 

Honor, reputación, valentía;

apariencia, ambición, derroche:

Hay hombres de real valía

y reales hombres mediocres.


“Es de noche y voto a Dios que hace frío".

 

 

 

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un extraño

Frío en la mañana,
calor en mi corazón.
De nuevo a mi lado pasas,
se me seca la garganta.
Se me para el cuerpo.

Detenido el tiempo,
el brillo de tu pelo,
del color del amanecer,
me ciega hasta el alma
que tus ojos quiere ver.

Y el cielo ya no existe,
está en tu mirar.
Que me llevan a un oasis
en el que con tu cuerpo
quiero jugar.

Pero hoy tampoco me miras,
no eres consciente de mi existencia.
Sigo esperando que me veas,
nos miremos,
y paremos la Tierra.

Soneto de un sueño

Bajo las estrellas te vi pasando

en el espacio entre el sueño y el delirio

ánima sola apoyada en el quicio

de unos reflejos que pasan volando.


Vuelvo y cual rezo de nuevo recito

la fórmula que hasta a ti me va llevando

callo y el silencio va dibujando

los sueños en los que encuentro tu sitio.


Y ahora el sol de nuevo me calienta,

abro los ojos con una esperanza:

El verte y encontrarte, que seas cierta.


Porque mi camino en ti se proyecta

y encontrarte hoy es mi magna hazaña,

mi destino, mi destierro, mi emblema.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Errante en su camino

Cuentan historias de un ser vagabundo
que camina en busca de un destino
dicen algunos que nació en otro mundo
y con su mente adultera los sentidos.

Y camina, camina errante sin ser visto...

Hablan de magia fluyente en sus venas
y de estrellas que irradian lamentos
cantan milagros maestros y profetas
de rumores que dicen ser ciertos.

Y camina, camina errante en su destierro...

Pobre mortal sin gente ni lugar
ha de alquilar su espada por sobrevivir
no encontrará el calor de un hogar
condenado está a no saber a dónde ir.

Un don que más parece maldición
pensando siempre en el maestro que dejó
sin mirar atrás decide enjugar
las perlas de la desolación
y buscar en su interior la libertad.

"Y en mitad de la noche despertará
con el susurro de los lobos
y allí, en su lecho de oscuridad,
oirá su muerte en un solo coro..."

martes, 21 de septiembre de 2010

Dias que pasan, años que no deberían pasar


Para nuestra desgracia
hay días que no pasan,
y años, que no deberían pasar.
Para nuestra desgracia,
tengo que celebrar
que otro día que pasa,
otro día que no estás.
Para nuestra desgracia,
el sufrimiento no pasa,
las penas se quedan,
las lágrimas no acaban.
Para nuestra desgracia,
un rescoldo de tu presencia
aviva la amarga llama.
Para nuestra desgracia,
sigo sin poder mirar
la calle en la que estaba tu casa.
Para nuestra desgracia,
hay días que pasan,
y años, que no deberían pasar.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Entre las estrellas


Tras los muros de un monasterio
a la sombra fría de un dios
anduve en penumbra sin tiempo
con poderes que alumbra un don.
Un monje me dio custodia
en ciencias me adoctrinó
la espada no quedó indómita
en su danza de frío ardor.

Y así enclaustrada mi juventud
hasta que mi espíritu quiso volar
cuando hicieron sonar las estrellas
la llamada a la libertad,
el sueño de soñar entre ellas.

Mi alma portaba la fuerza
mística de una deidad
que a voluble antojo maneja
aire, piedra, fuego y mar.
Sabedor de ello, mi padre
custodia me dio sin pesar
enseñándome todo el arte
de esta fuerza dominar.

Y así me hice hombre
y mi espíritu se alzó a volar
cuando hicieron sonar las estrellas
la llamada a la libertad,
el sueño de soñar entre ellas
y entre ellas mi origen encontrar.

martes, 22 de junio de 2010

La leyenda del mar (y III)

Oh esposa, la diosa de la que más me cuesta despedirme, escribo todo esto sintiéndome tan triste... No podré darte un último abrazo, ni un último beso, he de despedirme con estos versos, que no podrás ni leer. Espero que Dios los lea, y en tu cabeza los haga resonar, así nunca los olvidarás y sabrás lo que pensaba al final. Cierro los ojos y veo los tuyos, tan azules, soñé con ellos tantas noches, y tantos días... es que sin ti no vivía, sólo deseaba llegar a casa y ver a mi diosa, tan bella, tan hermosa. Antes de la salida del Sol en el fondo del mar descansaré yo. ¿Cómo decir lo que siento? Sí, quizá dos palabras: TE QUIERO. Como pianos que débilmente tocan una melodía, así se unirán tu alma y la mía, por siempre juntos, incluso en las noches más frías. A ti, a la más guapa y bella dedico mis últimos versos, escritos con el alma. ¿Por qué si te he encontrado debo perderte? Es tan frío como el hielo quererte sin verte, despedirme sin tenerte. Tan sólo amándote. Querría coger tus manos y quedarnos atados, no me importaría ser el guía de tu vida. Veo que viene una ola, la más grande de todas... me quiero despedir, más no me sale. Quiero quedar pegado a ti, lloro sangre. La ola nos ha alcanzado, ya se nota el barco naufragando. La tripulación reza, y yo recuerdo tu nombre... Ainhoa, te querré por siempre.

lunes, 21 de junio de 2010

La leyenda del mar (II)

Oh diosa rima, veo que el fin se aproxima. Me despido de ti, musa de tantos versos, me despido en el fin, sin poder haberte dado un beso. Cuán triste y amargo es no poder volverte a ver, me pierdo en el tedio, la muerte ya no tiene remedio. Las olas rompen el casco de mi nave, nadie mejor que yo sabe que dejaros mal me sabe. Miro a las estrellas y las veo tan bellas... Querría poder tocarlas, quizá podré hacerlo desde a donde vaya. Creí verte, creí tenerte... ahora veo que nadie puede poseerte. Eres libre como una ballena, tan bella y hermosa que mi corazón mellas. Corre libre entre escritores, haz que escriban versos cada vez mejores.Haz que mi ruego no sea en vano, haz que no me tiemble más la mano. Quiero al menos escribir, aunque no me podáis oír. Un beso os mando, una caricia, un abrazo. Espero que os lleguen, que ángeles os los lleven. Nunca sufrí tanto esperando algo, ahora me desespero por ver cuándo muero. Es tan duro estar de pie, escribiendo, sin nada que poder hacer para volver a nacer. Me gustaría tanto haberme quedado a vuestro lado... Si alguna vez renaciese, sería un escritor, escribiría versos tan duros que helaran cada corazón. Si aún no he saltado es por acabar estos versos, que ojalá fueran alados, para volar hasta vosotras, y deciros cuánto os he amado.

En un barco nací, en un barco muero, me duele tanto dejaros... Con mi barco naufrago. Creo oir sirenas que se ríen de mi, delfines que dicen "ha llegado el fin". No hay palabras para expresar mi dolor, se ue una ola llegará y se llevará calor, amor, y corazón. Sólo una acotación, cuando lo leas, sonríe, no te pongas triste. Aún rezo de rodillas para que mis versos lleguen a una orilla donde mis diosas no se queden tan solitas, me duele morir aquí, más me duele que llegue el fin, no despedirme de ti. ADIÓS, DIOSA RIMA.

domingo, 20 de junio de 2010

La leyenda del mar

De pie, veo el fin, y mi alma se amarga. Sólo puedo pensar en una cosa, abandono a mis tres diosas.

Diosa prosa, tan profunda y dolorosa. Debes ser una rosa, pues encuentro demasiadas espinas para llegar a ti. Y siento que te pierdo en el fin. Mis lágrimas expresan lo que mi boca no puede decir. Una herida de sangre debilita mi corazón, abandono a mis tres diosas, lo que más quiero yo. ¡Oh, diosa prosa! Que acompañas en noches a mentes solas, como un violín, con tu sensibilidad clavada en mi. Me duele despedirme, mas me duele que llegue el fin. Ya todo ha acabado, ¿No puedo vender mi alma al diablo? Mi corazón, helado, se haya demasiado cansado. Una luz a lo lejos me tra recuerdos demasiado viejos, cuando aún escribía bajo esa luna tan fría, y solitaria... se le veía tan amarga. Lo que daría por subir y quedarme con ella, ahora se le ve tan bella. Y se ve que llora de pena, le duele perder a aquel que le dio todo su ser. Si no te puedo tener, ¿De qué me sirve envejecer? Algo me oprime el pecho. Quizá sea el hecho de dejar este mundo. Junto a mi barco yo me hundo, y mis palabras se perderán en el hondo y ancho mar. ¿Cómo expresar que no os quiero dejar? Me duelen los ojos de tanto llorar. Oigo cómo los marineros intentan su vida salvar, insensatos... No me queda nada por querer quedarme demasiado.

En un barco nací, en un barco muero, me duele tanto dejaros... Con mi barco naufrago. Creo oir sirenas que se ríen de mi, delfines que dicen "ha llegado el fin". No hay palabras para expresar mi dolor, se ue una ola llegará y se llevará calor, amor, y corazón. Sólo una acotación, cuando lo leas, sonríe, no te pongas triste. Aún rezo de rodillas para que mis versos lleguen a una orilla donde mis diosas no se queden tan solitas, me duele morir aquí, más me duele que llegue el fin, no despedirme de ti. ADIÓS, DIOSA PROSA.

sábado, 19 de junio de 2010

Silvestre como una flor

Silvestre reza tu nombre
Indómita de corazón
Lindo tu rostro y noble
Valencia te dio de su sol
Inclinando sus rayos ocre
Acariciando siempre tu don.

Miraste más allá de ella
Allá donde hay mucho sol
Siempre buscando tu ciencia
Colorida con pasión,
Allí donde vas llevas
Raíces que tuyas son
Oprimiendo fuerte en la tierra
Siempre bandera y blasón.

Rubricose en tu rostro
Ornamentos que no son
Sino mil puntitos graciosos
Acicalando siempre tu don
Rostro claro como el nácar
Indomable al algún señor
¡Oda a ti, Silvestre! Salvaje como una flor.

viernes, 11 de junio de 2010

Hijo de la tempestad


Una mujer dio a luz en la tormenta
la noche más cerrada tuvo como ofrenda
un llanto poderoso apagó todas las velas
truenos en trino removieron la tierra.

Un gran poder expulsaba aquel nacido
su madre vio lo que siempre hubo temido
mitad humano mitad algo divino
ella exhaló con amor su último suspiro.

Y su llanto se oyó más allá del cielo oscuro
los dioses lo escucharon
bendición y dolor halló su don oculto
Luzbella le nombraron.


Solo él quedó en un seno apagado
ternura igual que temor los presentes demostraron
una de ellas, la más vieja, cantó bien alto
palabras proféticas venidas de antaño.

Augurios de un ser nacido en la tempestad
en la noche señalada su sangre morirá
por temor y locura asesinarlo querían
mas un monje piadoso encargose de su cría.

Y su llanto se oyó más allá del cielo oscuro
los dioses lo escucharon
bendición y dolor halló su don oculto
Luzbella le nombraron.
“Pues cuando el cielo tiene miedo
en la tierra se escucha un clamor,
como un lamento que el viento
transporta con gran dolor…”

sábado, 29 de mayo de 2010

Madrid

Que puta es la vida.
Te machaca, Te humilla,
Te arranca los deseos,
Y los calcina.

Enamorado de la libertad
Juré nunca abjurar
De aquella tierra soleada
Que tantos años me dio de mamar.

Obligado a irme de allí
Ríos de tinta lloré
Nunca olivando el querer
Volver al Guadalquivir.

Pero la vida te hace mayor
Arrancándote todos los dientes
Obligándote a hacerte fuerte,
Alejado de su calor.

Has vencido,
Aunque no me rindo.
Por fin me oyes decir,
Aquí me quedo, Madrid.

viernes, 21 de mayo de 2010

Penas que no son penas

Destrozado llego a casa.
No sólo me duele el cuerpo,
Cansado de todo,
Me duele el alma.

Que por mucho que tenga en una mano
En la otra no tengo nada.
Por un lado me sobran abrazos,
Por el otro, me faltan.

Y con un cigarro en la mano
Me siento en la cama.
La primera lágrima de la noche
Me empapa la cara.

Uno a uno, sin detenerse,
Todos aparecen en mi mente.
Los que no están, los que se fueron,
Los que marcharon para siempre.

Intento cerrar mis oídos
A los quejidos de todos los demás.
Harto de escuchar todos los días
Penas que no son penas.

Y aún así, sonrío.
O al menos lo intento.
Mañana será otro día,
Y os seguiré llevando dentro.
No me importa la distancia,
Ni el tiempo.
Sabéis que os quiero.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Adiós Manolito

Siempre soñó con volar y voló
volar para ser libre, lo consiguió,
poder tocar de cerca el cielo
que siempre estuvo mirando
y aunque anduviera pegado al suelo
siempre miró hacia horizontes lejanos
y su huella no era tal, dejó un rastro:
Halo harto alto que hoy llega hasta un astro.

Vuela tranquilo y vuela despacio
para ti ya no hay jaulas ni espacios cerrados
vuela tranquilo ¡vuela bien alto!
vuela por años de pasos no dados
y si algún día volviéramos a encontrarnos
podré decir entonces ¡Por fin voló un sabio!

martes, 11 de mayo de 2010

Noviembre

No quiero tiempos de miserias,
no quiero tiempos de lamentos,
si tengo que lamentar algo es que perdí el tiempo,
en no darme cuenta que algo existía entre nosotros
que no era la mera amistad,
que la confianza había llegado a tal,
que dolía, dolía por ser como somos,
por actuar como actuamos,
por no querer ver,
que simplemente nos amabamos.

miércoles, 28 de abril de 2010

Cada noche.

Los ojos, los cierro.
Bueno, al menos, lo intento.
El alma, en silencio.
Mis sentidos,
absolutamente quietos.
En ese momento te giras,
y yo, te miro, te huelo,
en fin, te siento.
Me miras, y sonríes.
Tus labios abiertos
me piden un beso,
y yo, te lo regalo,
deseoso de volver a hacerlo.
No sabemos la hora,
porque hemos detenido el tiempo.
Te arropas en mis brazos,
y de nuevo te vence el sueño.
Yo llevo días sin dormir,
acariciando tu pelo.
Que no me alejen de ti,
que me muero,
que nadie rompa nuestro sueño,
en el que siempre,
absolutamente siempre,
soñamos despiertos.

Nana


Ternura, calor, arropo
tomo el cariño y locura
que cura todo lo tosco
el polvo de baja cuna
la estrechura de tu coco
que poco importan, pues nunca,
nunca actúas con decoro;
recorro tu piel en dunas
peludas de rabo a morro
y corro delante tuya
con una actitud de loco
si tus ojos me escrutan
y no ocultan tus antojos:
Son recodos de mil lunas
que alumbran como mil focos

viernes, 23 de abril de 2010

Nunca, Nada, Nadie.

Y sigo dejando mi sangre

Por ahí tirada,

Como si no me importara.

Y no me importa:

Nadie, nunca, NADA.


Invitado de la muerte

A un gran baile.

Invitado sin suerte,

Intentando ser alguien:

Nunca, nada, NADIE.


Me conduce derecho

Hacia la tumba.

Por mil manos cavada

Para cuando mi cuerpo sucumba:

Nada, nadie, NUNCA.

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