Mi monstruo interno

Rubrico lo que soy de la manera más mundana
demostrando el sulfuro de mis venas
escupiendo palabras como si fueran andanas
de una vera cruz que, dicen, será eterna.

Surco los mares del gran monstruo interno
para luego desvestirme y estar desnudo
dicen las gentes que soy como el infierno
pues sólo me muestro para traer el infortunio.

Y quemo pieles que son finas lanas tejidas
cuando echo a arder el cuero que me recubre
se torna ciega la escasa conciencia dolida
que me domina cuando el monstruo se descubre.

Es como una explosión que no quema a la primera,
que espera paciente a que las llamas mueran
para luego venir, en forma sombra espesa
e instalarse en la trastienda disfrazada de paciencia.

De nada sirve ya el lamento o el perdón
cuando se muere un poco de lo que somos
en su lugar quedará perenne un rencor
justificado, pero algo más que doloroso.

Ahora ahí hay alguien que espera un milagro
una flor de colores que ahora está gris
ahora aquí hay alguien que siente rechazo
a una erupción dormida que despierta porque sí.

"Porque no hay peor dolor que el infligido por la vergüenza"