No te necesito, Santo, no te necesito
para abordar los lances del tiempo y el corazón
porque el amor no viene envuelto en papel bonito
ni los latidos van vestidos con caparazón.
Hoy es el día, dicen, de los enamorados,
un día para expresar eso que llaman amor,
mas mi expresión no viene decorada en regalos,
pues no hay mayor regalo que el presente de tu don.
Y es por eso que hoy te escribo estos catorce versos:
Alejandrinos, pues de catorce sílabas son,
para que tengas en tu catorce de Febrero
letras que perdurarán tras la caída del sol.
Y por eso dedico estos dos últimos versos
a esa sorpresa del tiempo que somos tú y yo.
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