miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un extraño

Frío en la mañana,
calor en mi corazón.
De nuevo a mi lado pasas,
se me seca la garganta.
Se me para el cuerpo.

Detenido el tiempo,
el brillo de tu pelo,
del color del amanecer,
me ciega hasta el alma
que tus ojos quiere ver.

Y el cielo ya no existe,
está en tu mirar.
Que me llevan a un oasis
en el que con tu cuerpo
quiero jugar.

Pero hoy tampoco me miras,
no eres consciente de mi existencia.
Sigo esperando que me veas,
nos miremos,
y paremos la Tierra.

Soneto de un sueño

Bajo las estrellas te vi pasando

en el espacio entre el sueño y el delirio

ánima sola apoyada en el quicio

de unos reflejos que pasan volando.


Vuelvo y cual rezo de nuevo recito

la fórmula que hasta a ti me va llevando

callo y el silencio va dibujando

los sueños en los que encuentro tu sitio.


Y ahora el sol de nuevo me calienta,

abro los ojos con una esperanza:

El verte y encontrarte, que seas cierta.


Porque mi camino en ti se proyecta

y encontrarte hoy es mi magna hazaña,

mi destino, mi destierro, mi emblema.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Errante en su camino

Cuentan historias de un ser vagabundo
que camina en busca de un destino
dicen algunos que nació en otro mundo
y con su mente adultera los sentidos.

Y camina, camina errante sin ser visto...

Hablan de magia fluyente en sus venas
y de estrellas que irradian lamentos
cantan milagros maestros y profetas
de rumores que dicen ser ciertos.

Y camina, camina errante en su destierro...

Pobre mortal sin gente ni lugar
ha de alquilar su espada por sobrevivir
no encontrará el calor de un hogar
condenado está a no saber a dónde ir.

Un don que más parece maldición
pensando siempre en el maestro que dejó
sin mirar atrás decide enjugar
las perlas de la desolación
y buscar en su interior la libertad.

"Y en mitad de la noche despertará
con el susurro de los lobos
y allí, en su lecho de oscuridad,
oirá su muerte en un solo coro..."

martes, 21 de septiembre de 2010

Dias que pasan, años que no deberían pasar


Para nuestra desgracia
hay días que no pasan,
y años, que no deberían pasar.
Para nuestra desgracia,
tengo que celebrar
que otro día que pasa,
otro día que no estás.
Para nuestra desgracia,
el sufrimiento no pasa,
las penas se quedan,
las lágrimas no acaban.
Para nuestra desgracia,
un rescoldo de tu presencia
aviva la amarga llama.
Para nuestra desgracia,
sigo sin poder mirar
la calle en la que estaba tu casa.
Para nuestra desgracia,
hay días que pasan,
y años, que no deberían pasar.

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