jueves, 11 de noviembre de 2010

Te tengo, aunque no te merezco.
Y por ello muero cada noche,
tras volver a conocernos.
No resucito hasta que no vuelve el Sol
para reconocer en tu cabello
que si vivo, es sujeto a tu pelo.

Me tienes hasta que quieras tenerme,
te querré mil vidas, y aunque tema perderte,
sé que me querrás por siempre.
Te debo cada milésima de lo que soy,
cada centímetro del cariño que me dás,
y si te vas, yo me voy.

Por ello me entrego, en cuerpo, en alma,
entero, sin cartón, ni trampas.

Ponte en contacto con nosotros

peligroversossueltos@gmail.com